sábado, febrero 19, 2005

Redimir(me)

Hay días que lo ves todo. Te fijas en todas las cosas que van pululando por ahí, recuerdas todas las palabras y todas las acciones. Escuchas una melodía lejana, y te viene a la cabeza ese día en ese parque, sentados en un banco, donde todo cambió. Y de hecho te has olvidado de las caras y de los nombres, pero oyes, como si estuvieras ahí, la voz, los pequeños sonidos, los coches y todo lo demás.

Y todo va como a cámara lenta. La música es lenta, lenta, y cada nota, cada matiz, te llena el corazón de premoniciones, sueños, y nostalgia. Es un estado mental al que llegas de repente y cuando te encuentras en él, estás bien, estás a gusto, a pesar de que te abruma la melancolía y la frase

... si aquél día yo... hubiera parado el reloj.

No hablo de nada concreto. Siempre me ha sucedido, feliz o depre. Y siempre, sintiéndome bien o mal, he acabado con una ligera añoranza. Es lo que tiene el pasado: es un sucedáneo habitualmente efectivo del presente, por lo menos, en mi caso.

Hoy estaba en mi hab releyendo un libro muy querido, y los de arriba ponían música. De repente me quedé escuchando y me di cuenta de que era Lili Marlen. Me vinieron a la mente imágenes del pasado. Una niña de 14 años patinando en el Skating con su mejor amigo; recibiendo cartas de su hermana, que las enviaba des del frío. Luego, corriendo por un sendero húmedo, cubierto de narcisos, pequeñas manchas solares en la hierba verde. Hacía calor; era verano. ¡El verano! Las imágenes se distorsionan. Súbitamente, la niña es mayor y está muy triste. Han pasado seis meses, el cielo es gris y le pesa en el alma. Y ella ha envejecido 10 años. Escribe cosas en una pared, y esas cosas se quedan grabadas ahí hasta que la lluvia y el viento las acaba borrando. Se convierten en tipografías sueltas, en trazos, en nada. Entonces... recuerdo vagamente que la niña se fue al río y pensó en el suicidio. Pero algo sucedió, le entró el terror pánico, y volvió a casa.

No sé por qué cuento todo esto.

Podría escribir sobre cosas más banales, sobre problemas de mierda o situaciones indeseables, sobre el egoísmo propio o el de los demás. Cosas del día día. Y no sé. Hoy es sábado. Si el lunes no me preocupé por ello, menos hoy.
Me voy que tengo muchas cosas pendientes. Mua!

Por cierto, Rudy ha ganado el premio minotauro!! No he leído el libro, así que sólo puedo estar contenta porque me cae genial. Un beso!!