lunes, enero 17, 2005

Zada M (1)


"
Argos. ¿Adónde te lleva el viento? Alma fugitiva y cobarde, reposa
tranquila, no temas. Yo te cuidaré. Yo dejaré de enturbiar el estanque donde debes descansar. No tengas remordimientos: el crimen es una oscura luz en tu locura. No mires al ojo vacío y azul."
1998

(...) Lalucat se había quedado mirando la escena. ¡Qué cotidiano! ¡Desengáñate, estás en los bajos fondos! Aquí todo es vulgar, aquí todo es como... real, auténtico. Aquí la gente solamente sobrevive...
Estas reflexiones las hizo mientras cogía unas latas de coca-cola. Las colocó delante de Zada, como diciéndole "Aquí estoy. Yo, que soy diferente que toda esa chusma", y luego, quizá incómodo por la mirada transparente de la muchacha, dijo: "Bien, eso es todo."
Y eso era todo.
Después de tanto tiempo en ese supermercado tan sólo había conseguido saber su nombre, y nada más. Entablar una rutinaria conversación, cuatro frivolidades... ¡Algún día, algún día, se presentaría allí y le hablaría de él, de su trabajo real, de sus problemas...! ¡Algún día le confiaría sus pensamientos más secretos! ¡Le contaría...!
Le diría, muy suavemente, que la amaba, le suspiraría aquélla palabra, aquélla palabra de humo azul, y ella lo miraría y quizás...
Pero de momento, la realidad. La calle húmeda, el aire condensado alrededor, la lluvia confundida entre la niebla. Aquél era el presente. El presente... (...)
"La Naranja Azul", Z.V. 1998 (BAU, Expresión escrita)
Gracias, C Schmidt.