lunes, febrero 28, 2005

El Mausoleo

...
Hombre, pues felicidades. Ese nombre es fabuloso: criptas italianas, doncellas virtuosas, soledades. Parece un nombre gótico. Esto de los nombres es un muy curioso.

... Yo encontré un libro, hace tiempo, en el que la prota se llama como yo. Es un libro de esos del romanticismo, en el que ella tiene un amante con el que se escribe cartas y tal.. además la describen como una mujer muy hermosa.

... Encontrarte en un libro es como una magia, ¿no? Qué bonito. Y además guapa, qué bien. Y romántica, qué bien bien. A mí me gustaría encontrarme en un libro....

Miedo: levantarme a medianoche para ir al baño y caminar por el pasillo en completa oscuridad, no puedo evitar mirar atrás y echar una "carrera" hasta volver de nuevo a mi cama...

... Miedos: desde pequeño me da muchísimo miedo que las personas pongan los ojos en blanco. Y los accidentes de coche también me asustan mucho. Y las agujas, que cuando voy a dar sangre me desmayo dos días antes....

...¿Lo había dicho ya...? Soy de Asturias. Y de momento soy el más viejo del lugar, y si hubiera hecho la mili, la habría hecho con lanza...

... Lo que me da terror: soñar bodas. Un día soñé que me casaba. Al otro día le pregunté a mi madre qué significaba, me dijo "dicen que significa que alguien va ha morir". Tres días después falleció mi abuelo... y desde entonces...

... Me llamo Sávitri y tengo 19 años...

... Pero tú también tendrás tu grupo un día. Será muy francés y muy pop y muy retro y sólo sacaréis un single en vinilo que será el hit del Mond Club. Ya lo verás. Y Saint-Etienne os harán una remezcla...

... P.D: no quiero un grupo! Quiero un hombre rico!

... Necronomicón, eres de marzo? servidora también, exactamente del 31 y tu? (curiosa que es una, jeje)

... Marcus y alba.. es curioso, pero por vuestra forma de escribir, diría que sois la misma persona!! ¿me estarán afectando los diversos neos de Matrix?

... Pero bueno: ¿ese marcus soy yo? Qué deliciosa confusión. Alba: matízate, por favor, matízate.

... Lo siento, BlueLiv, pero nada de Matrix, en el mundo real yo sigo siendo Alba, y como muestra, la hora en la que te respondo: nadie en un mundo de ficción madrugaría tanto...

... ¡Vale, lo siento, prometo no llamarte marcus, que es marcos!...

... Os advierto, Esquelario y BlueLiv, que The Smiths ya dijeron en una de sus canciones más bonitas esto: "I was looking for a job and then I found a job, and heaven knows I´m miserable now". O sea que ojito con desear cosas malas. Por cierto, ¿no es Morrissey el mejor cantante del mundo?...

... Las matemáticas, Alba, acabaron con muchas personas que tenían los corazones en forma de libro. Mi hermano se perdió para siempre en los laberintos de la estadística. Pobre. Habría sido un lector finísimo. Habría merecido los poemas más secretos de Emily Dickinson...



He aquí fragmentos de posts de El Mausoleo, que fue mi hogar en Cyberdark, y del que me había olvidado completamente. Dentro de un rato, ya hablaré un poco de mí. Pero ahora mismo, leyendo esto, tuve una rara sensación. De cuando Cyberdark molaba.

sábado, febrero 19, 2005

Redimir(me)

Hay días que lo ves todo. Te fijas en todas las cosas que van pululando por ahí, recuerdas todas las palabras y todas las acciones. Escuchas una melodía lejana, y te viene a la cabeza ese día en ese parque, sentados en un banco, donde todo cambió. Y de hecho te has olvidado de las caras y de los nombres, pero oyes, como si estuvieras ahí, la voz, los pequeños sonidos, los coches y todo lo demás.

Y todo va como a cámara lenta. La música es lenta, lenta, y cada nota, cada matiz, te llena el corazón de premoniciones, sueños, y nostalgia. Es un estado mental al que llegas de repente y cuando te encuentras en él, estás bien, estás a gusto, a pesar de que te abruma la melancolía y la frase

... si aquél día yo... hubiera parado el reloj.

No hablo de nada concreto. Siempre me ha sucedido, feliz o depre. Y siempre, sintiéndome bien o mal, he acabado con una ligera añoranza. Es lo que tiene el pasado: es un sucedáneo habitualmente efectivo del presente, por lo menos, en mi caso.

Hoy estaba en mi hab releyendo un libro muy querido, y los de arriba ponían música. De repente me quedé escuchando y me di cuenta de que era Lili Marlen. Me vinieron a la mente imágenes del pasado. Una niña de 14 años patinando en el Skating con su mejor amigo; recibiendo cartas de su hermana, que las enviaba des del frío. Luego, corriendo por un sendero húmedo, cubierto de narcisos, pequeñas manchas solares en la hierba verde. Hacía calor; era verano. ¡El verano! Las imágenes se distorsionan. Súbitamente, la niña es mayor y está muy triste. Han pasado seis meses, el cielo es gris y le pesa en el alma. Y ella ha envejecido 10 años. Escribe cosas en una pared, y esas cosas se quedan grabadas ahí hasta que la lluvia y el viento las acaba borrando. Se convierten en tipografías sueltas, en trazos, en nada. Entonces... recuerdo vagamente que la niña se fue al río y pensó en el suicidio. Pero algo sucedió, le entró el terror pánico, y volvió a casa.

No sé por qué cuento todo esto.

Podría escribir sobre cosas más banales, sobre problemas de mierda o situaciones indeseables, sobre el egoísmo propio o el de los demás. Cosas del día día. Y no sé. Hoy es sábado. Si el lunes no me preocupé por ello, menos hoy.
Me voy que tengo muchas cosas pendientes. Mua!

Por cierto, Rudy ha ganado el premio minotauro!! No he leído el libro, así que sólo puedo estar contenta porque me cae genial. Un beso!!

martes, febrero 08, 2005

Descubro a Irene Cahen

Las cosas nunca suceden porque sí. Hay ALGO que las impulsa, una energía tan negra que no se ve, en la que la presencia de la luz es tan imposible como indeseable. Así es lo desconocido: impenetrable, y sublime por su impenetrabilidad. Una vez se hace el descubrimiento, una vez se ha visto 100 veces, otro tipo de energía entra en escena: la previsilibidad, la costumbre y lo cotidiano de luz diluida y gris. Poco después aprendes a convivir con la novedad que ya no es novedad, y te aburre. El aburrimiento lleva al tedio y al hastío, al amargamiento y al odio. Un flujo que, cuando alcanza la cúspide, vuelve a su punto de partida, con algo nuevo y diferente para explorar.

¿Qué fronteras invisibles pero de senderos accesibles nos quedan al 90% de la gente? Evidentemente, internet. Internet es ese sabio que sin embargo es mudo o no tiene manos. O ese autista que no comprende las cosas más habituales pero conoce o elabora datos a los que ningún ser con una inteligencia normal llega sin mucho esfuerzo. Una fuente de creatividad e información inmensa e inacabable a la que todos podemos tener acceso, que no comprendemos pero en la que tenemos fé absoluta. En internet todo es descubrimiento, tan vasto es el terreno a explorar.
Porque, si no tuviéramos internet, qué habría de nuevo? La Tierra, un globo superpoblado, lleno de países con nombre, meridianos, mapas de relieve y mapas políticos. Por la noche, en la Antártida, la última tierra del mundo, brillan las luces de un campamento plantado en un paisaje lunar. Los investigadores, doctores y demás sacan muestras y juegan a Expediente X. El último valuarte que defendía la Tierra no Descubierta cayó antes de que nacieran nuestros abuelos.

En "El Wendigo", Blackwood nos contaba la historia de unos bosques sin nombre, tan gigantescos que su tamaño parecía perderse en el mismo inconsciente del hombre. En esos bosques, ningún pie había hollado jamás. Nadie sabía qué había allí dentro, qué criaturas morarían por la espesura o por el yermo de más allá. Ese desierto verde que tomaba la forma abstracta del alma humana, poseía a los viajeros que se atrevían a internarse en él, y, por lo general, los destrozaba, excepto en algunos casos, en los que solamente los "cambiaba".
Ese cambio era tan radical que nadie reconocía a aquellos que volvían.

Esos bosques, esas selvas imposibles de imaginar por el hombre, ya no existen. El hombre ha pisado cada metro cuadrado de nuestro mundo. Esa flor en ese prado en esa región deshabitada del país más deshabitado del mundo ya ha sido vista. Ese sitio secreto e increíble, del cual nos creíamos únicos conocedores, ha desaparecido.

Así pues qué nos queda, qué nos queda... Nuestra pequeña alma reducida a las cosas pequeñas de nuestra sociedad acomodada, se agarra a un internet aún a medio domesticar.
Esperad, esperad... ¿Sabeis qué nos depara el futuro? Un Internet educado, civilizado, controlado. Los muros que se están construyendo no se podrán derribar así como así. La gente que puede ser contabilizada en el mundo real, lo será en la red, sólo que en vez de ser meros números seremos meros números en una pantalla gris, en un fondo virtual, en un mundo que no existe.

Un mundo de sueño que sólo existe, pero que no podemos tocar, ni pisar, sólo ver.
Desde este punto de vista... internet reducirá al hombre? ¿Perderemos sentidos, y superdesarrollaremos otros?

Internet no sólo nos abre un mundo sin fronteras, sino una comunicación sin barreras físicas. Así de entrada esto es positivo. Pero... ¿con quién hablamos? ¿Con un ente que sólo existe para nosotros, útil sólo para saciar nuestra necesidad de comunicación? ¿Es aquella persona real? No. No lo es, bajo todos los efectos. La persona a la cual conocemos por la red nunca será una persona. Sus palabras no sonarán igual a través del ciberespacio como en un tete a tete. ¿Por qué?
Simplemente.. porque le daremos la imagen que más nos gusta de nosotros mismos.

Al respecto quería detallar la historia de Irene Cahen, una niña pelirroja nacida gráficamente antesdeayer (ototoi, no?), pero ahora me tengo que ir, así que luego lo cuento....


lunes, febrero 07, 2005

Irene Cahen

Primera verdad absoluta de internet: en un anuncio de ofertas de viaje, el precio del banner no concuerda en nada con el que luego anuncia en la web. Ah vale. Ponía A PARTIR DE 90€. Pero las de 90€ sólo eran para ir a Puigcerdà (que tampoco es mal sitio, pero sin alojamiento ni media pensión ni desayuno only ni na de na), y ya no quedan.
Los links te llevan de unos anuncios a otros, las ventanas se abren y se cierran.. y no hay forma de encontrar las llamadas, engañosamente, "ofertas" de viaje. "Vuelos por menos de mil millones de euros click aquí!". Si es que mil millones de euros no tengo, hombre... Tengo poco más de 500 para chucherías. Por 48€, dos noches en un hotel de 2 estrellas, media pensión, en cala loputomás, Ibiza. Un hotel cochambroso que por dos duros te ofrecen rosquillas, café frío, y la sonrisa cadavérica de una camarera peruana. Y que conste que yo, contra los peruanos, na de na. Más bien contra los explotadores que los contratan. Pero eso ya es otro percal.

Segunda verdad absoluta de internet: si buscas, encuentras. O bien, encuentras lo que no buscas. A veces mola. A veces es simple anécdota. A veces es hasta inspirador.
Quería contar lo que pasó con una tal Irene Cahen....


(y luego lo contaré, doucement, o como se escriba!)