lunes, diciembre 20, 2004

Casi



"Superfície arenosa... voy a contarte un cuento que está escondido entre las olas. Es la historia de un hombre que siempre era feliz."


El "casi" es el origen de todas las tragedias. Cuando algo "casi" sucede, se inicia el descenso a los infiernos. Cuando algo "casi" acaba, lo mismo. Las cosas no deben "casi" acabar o empezar. Y el infierno, lo siento, no es rojo, ni es caliente, ni hay putas ni demonios con pinchos. El infierno es deprimentemente desaturado, y la peña sólo juega al parchís todo el santo rato con música de Bisbal y Julio Iglesias.

Pues bien. Un relato tampoco debe "CASI" acabarse. Iré directa a la condenación por eso que he hecho. Dejar un relato unfinished. Y es que acabo de descubrir, entre mis archivos, un relato bastante interesante... Pero resulta que a la menda, que en aquél entonces debía estar más mongola que en la actualidad, en medio del relato, le dio por hacer otra cosa, como comerse una manzana o quitar la mierda de su hab, a saber... O sea, dejé un relato sin terminar. Y acabó en el fondo de relatos perdidos, en mi c:/cualquiercosademierda. Y hoy, escarbando, escarbando...


"Ese hombre no era en realidad muy especial ni muy importante. Era joven, bien parecido, alto y de pelo oscuro. Tenía unos ojos grandes y una eterna mirada melancólica."


Ays. ¡Las cosas hay que terminarlas! Me pondré manos a la obra inmediatamente, o no, pese a que muero de sueño. Yo es que paso del infierno. Quiero ir al cielo, comer todo lo que quiera y no engordar, ver montones de pelis, y tener orgasmos cuando, donde y con quien quiera.

**** Nota sobre la nocturnidad del sábado-domingo y referente a los casi: me encontré con ... y visualicé, directo del pasado, uno de mis peores casi. No diré su nombre.. no fuera que estuviera por aquí! El pasado me persigue, no hay forma de deshacerse de él... ¿En qué momento, en qué momento..? De todas formas, amenaza ¡gracias! con dejar de ser un casi. ¡Casi te amo!

Jo!



"Las mujeres del poblado donde vivía ese hombre le miraban con una expresión extraviada. Le consideraban el hombre más deseable de cuantos había en el mundo.
El hombre feliz tenía una vida de lo más sencilla. Vivía solo en una pequeña casita algo alejada del mar, resguardada del viento por un denso seto de retorcidos arbustos. En la parte de atrás, un bosque de impenetrable vegetación mordía casi las paredes de la casa. Cada verano se repetía la odiosa tarea de talar los árboles más cercanos, para frenar el avance de aquella selva, y para despejar un trozo de terreno. Una vez el hombre feliz decidió rodear su propiedad con un alambre resistente para evitar que esa salvaje masa verde se la comiera."


(...)

1 Comments:

Blogger jonjonfar said...

pues yo casi pondré un post inteligente...

20 de diciembre de 2004, 10:51  

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